Mientras Puebla se posiciona como el quinto estado a nivel nacional con mayor concentración de pobreza, en la mesa de discusión solo se plantea la posibilidad de que el gobernador morenista Miguel Barbosa Huerta sea quien concentre el presupuesto y gasto público de 2021, limitando la autonomía financiera de los 217 municipios y otros órganos autónomos además de los Poderes Legislativo y Judicial.
De acuerdo con la Subsecretaría de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional del gobierno de México en su informe anual sobre la Situación de Pobreza y Rezago Social 2020 en el estado solo mil 692 personas tienen acceso a los servicios básicos, y esto teniendo en cuenta que dicho informe fue entregado a principios de este año, no obstante, somos testigos de que la emergencia sanitaria ha venido a empeorar la situación de los más de 6 millones de poblanos.
En este contexto se desenvuelve esta ley, en la que el gobernador será el que controlará el presupuesto, la contratación de personal y la obra pública, devolviendo a la caja central el recurso que no sea utilizado para reorientarlo bajo la premisa de que se busca más "transparencia" en el ejercicio de los recursos.
Sin embargo, esta posición no resuelve los problemas que imperan en el estado, por el contrario, en vez de revisar el incremento de apoyo a los municipios se recorta y se buscan nuevas limitantes; recordemos que durante el 2019 se eliminó el Ramo 23 que permitía destinar más recursos de la federación a la obra pública de los municipios de todo el país, luego en el estado se decretó un recorte que supondría un "guardadito" que el gobernador prestaría a los municipios que lo requirieran. Ahora un nuevo candado.
Pero esta concentración del recurso se puede poner en tela de juicio, ¿en dónde están los resultados de los recortes? Durante la emergencia sanitaria el apoyo a centros y casas de salud se vio aún más reducido, pretendían combatir el Coronavirus con decretos cuando la gente, sobre todo de las zonas más marginadas y olvidadas, necesitaban agua, luz, medicina, comida, o lo mínimo para no contagiarse y se pudo constatar que los pocos apoyos que se llegaron a repartir obedecían a una estructura partidista.
Entonces, se presta a la interpretación de que tal recurso y la acumulación del nuevo tiene otros objetivos, encaminados seguramente a las elecciones venideras.
Siguiendo esta política hay una probabilidad muy alta de que este año nuevamente los municipios se vean en serios problemas para pagar sueldos, aguinaldos y otros servicios, sin tomar en cuenta que habrá varios programas más que serán eliminados.
Por otro lado, mientras los reflectores están en Estados Unidos con su elección, Andrés Manuel López Obrador sigue dando largas a la aprobación del proyecto de Presupuesto Federal 2021, cuyas prioridades no serán beneficiosas para la población, y de las que por supuesto, en el estado de Puebla para los 217 municipios, representarán una doble reducción y un atasco considerable, pero del "guardadito" no verán ni un centavo sobrante.
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